miércoles, 10 de junio de 2015

Reflexión final.

Al principio de curso, Jesús, mi profesor de filosofía, nos propuso como trabajo que debíamos realizar a lo largo de todo el año, la creación de un blog o portfolio para plasmar en él todas nuestras ideas o comentarios acerca de lo que poco a poco iríamos aprendiendo en clase. Éste era un trabajo totalmente voluntario, pero he de admitir que la idea de poder compartir aquello que sé siempre me ha apasionado. Fue entonces cuando decidí comenzar este blog. Al principio no supe muy bien qué escribir en él, nunca había tenido la asignatura de filosofía. Poco a poco fui dándome cuenta que no son necesarias reflexiones muy profundas como las que estamos acostumbrados a leer en los grandes pensadores de la historia: Bastaban situaciones cotidianas que, con un poco de esfuerzo, dieran qué hablar o qué pensar. Diariamente, viendo las noticias, acudiendo al cine o a conferencias que nuestro centro ofrece, los comentarios iban surgiendo. He de admitir que me hubiera gustado sacarle mucho más partido a este blog del que le he sacado, pero la falta de tiempo me ha impedido escribir todo lo que me hubiera gustado. No descarto la posibilidad de seguir escribiendo aquí, aunque las entradas ya no cuenten para la asignatura.
Gracias Jesús por hacerme y hacernos ver a todos los alumnos que la filosofía no es sólo cosa de la Antigua Grecia: Nuestro día a día y los pequeños dilemas o conflictos que surgen en nuestra sociedad no tienen nada que envidiar a la política de Pericles o al mundo de las ideas de Platón.

¡Hasta otra!

viernes, 29 de mayo de 2015

Conflictos en las aulas.

Esta pregunta surge tras la visualización de un fragmento de “Diarios de la calle”, una película americana donde se observan diferentes conflictos (bastante violentos, todo hay que decirlo) que tienen lugar en una clase de literatura y que acaban generalizándose a un centro educativo al completo. En dicho fragmento, se puede observar cómo dentro de la misma clase se crean diferentes grupos de alumnos, que se ningunean y menosprecian entre ellos porque se consideran inferiores unos a otros. Están los asiáticos, los afroamericanos, los latinos y los blancos. En muchos de estos conflictos y a pesar de la corta edad de los alumnos, se utilizan armas de fuego, como pistolas, para “solucionar” algunos conflictos o amenazar al enemigo para que se retire de una pelea.
Ahora bien, la pregunta es la siguiente: Este conflicto, ¿es exclusivo en Estados Unidos o también puede darse esta misma situación en otros sitios? ¿Existe el poder en estas situaciones?
En mi opinión, creo que este conflicto podría darse en cualquier lugar siempre que hubiera un sentimiento racista en los alumnos o que hubiera cualquier diferencia apreciable entre ellos, ya fuera por etnia, creencias religiosas, opiniones, condición física, etc. Si estos sentimientos no se saben canalizar y se radicalizan, podrían llegar a producirse conflictos graves como los que pueden apreciarse en la película. Bien es cierto que el caso de Estados Unidos es quizá el más conocido y “corriente”, por desgracia. Con muchísima frecuencia oímos en las noticias que se ha producido un asesinato en las aulas de dicho país y casi la totalidad de las veces a manos de un menor de edad. En Estados Unidos, no existe un control estricto sobre la tenencia de armas en casa, por lo que muchos de estos jóvenes tienen acceso a armas de fuego que, posiblemente, sus padres poseen. Muchas veces estos chicos y chicas asesinan a compañeros de clase o profesores a sangre fría ya sea por estas creencias racistas o por venganza por haber sufrido bullying o cualquier tipo de acoso o menosprecio por parte de éstos. Creo además firmemente que este tipo de conflictos tienen lugar no por poder, sino por el supuesto poder que creen tener algunos colectivos de personas sobre otros. En la película, podemos observar un claro ejemplo: Todas las etnias pelean por un territorio que supuestamente les pertenece, por la invasión de éste por personas de una etnia enemiga, inferior a sus ojos. Podemos ver una clara exaltación de lo propio: un claro “lo mío es lo mejor, y lo que no es mío  es una basura”
Aún así, creo que esta situación no podría producirse tan radicalmente en España, ya que, en primer lugar, una persona de esta edad tiene un acceso muy difícil a las armas. Muchas veces hemos oído en los medios de comunicación que en ciertos institutos ha habido conflictos por bullying o diferencias entre los alumnos, pero en la gran mayoría de las ocasiones estas diferencias se han “resuelto” (llamémoslo resolver, pero dejando claro que la violencia nunca resuelve nada) con una pelea o amenazas verbales, pero en ningún caso (o en muy contados casos) esto se ha resuelto con muertes.
Para concluir, quiero añadir que estos conflictos tendrían solución si se educara a los jóvenes en la igualdad y el diálogo y no en la violencia, la superioridad, la exaltación y la radicalización de lo propio o  la persuasión. Creo que hoy en día, los menores aprenden antes a llegar a las manos que al diálogo, y, en mi opinión, eso es un gran retroceso para la sociedad.


Reflexión presentada el día 29 de mayo de 2015.

sábado, 23 de mayo de 2015

Quizá todo se traduzca al miedo del Gobierno.

Es una pregunta que muchos jóvenes de hoy en día nos hacemos: ¿Por qué debo yo respetar las normas del Estado en el que vivo, si no las he votado, no me gustan, no me representan y yo no he sido partícipe de su implantación en la sociedad en la que vivo? ¿Por qué no puedo expresar mi opinión, ni siquiera en los temas que me afectan, como mi educación?
Por una parte, si bien es cierto que estas normas no han sido elegidas ni votadas por nosotros, debemos respetarlas por el bien común de la sociedad en la que vivimos. Las normas y las reglas existen para el buen funcionamiento de algo, en este caso, de nuestro país. Es cierto que con muchas no estaremos de acuerdo, pero tenemos que comprender que muchas de ellas son principios básicos para que no surjan conflictos.
Ahora bien, ¿debo respetar aquellas normas que atentan contra mis derechos como persona, como ciudadano, o como humano? Yo creo que no. ¿Por qué debo respetar una norma que me impide dar mi opinión sobre un tema, que no me deja manifestarme en la calle si mi postura es contraria a la que el gobierno quiere que tenga, por qué un policía puede tener derecho a arrestarme aunque yo esté manifestándome de manera pacífica? ¿Por qué quieren que los que pensamos diferente no hablemos? En mi opinión, creo que prohibir derechos básicos como la libertad de expresión, asociación u opinión es recortar todas las libertades que tiene una persona como ser humano. Creo profundamente que es un error tratar de encuadrar a todos los ciudadanos bajo un mismo ideal. Es cierto que las diferentes ideas en una misma sociedad pueden crear conflictos entre las personas, pero también es cierto que la diferencia hace la riqueza. Si todos tuviéramos una misma idea, ¿dónde quedarían los debates, el compartir ideas, el enriquecernos de la sabiduría de los demás? Perderíamos (y de hecho, creo que estamos perdiendo) muchas de estas cosas. Pienso como mi amigo, mi familia, mi llamémoslo X, para encajar, para que no me dejen de lado, para no ser “el rarito”. ¿Pero por qué haces eso? ¡Ser diferente no está tan mal!

Por lo tanto, y en conclusión, creo que las personas sólo tenemos la obligación de cumplir todas aquellas normas fijadas por el bien común, lo que todos, o la gran mayoría entendemos por bien común (funcionamiento del país, tráfico, seguridad ciudadana, etc) y no lo que el gobierno puede entender por bien común. En mi opinión, su bien común se traduce como miedo a la divergencia de los ciudadanos. Miedo a que no todos seamos iguales. Miedo a que haya opiniones contrarias que puedan desbancar todo el poder que creen tener. ¿Acaso no saben que la base de su poder es el pueblo? ¿Qué pasaría si todos nos retiráramos de la base? Caerían, muy posiblemente caerían todos.

Reflexión presentada el día 22 de mayo de 2015. 

lunes, 18 de mayo de 2015

La Generación Z.

¿A qué llaman los científicos Generación Z? Pues bien. Es un concepto acuñado hace relativamente poco tiempo. Pertenecemos a este grupo de personas aquellos jóvenes que hemos nacido después de 1994. Prácticamente todos compartimos un mismo objetivo: Queremos cambiar el mundo. ¿Cómo? Quizá esta sea nuestra mayor duda y dificultad.
Los estudios dicen que lo que nos diferencia del resto es que somos más realistas y menos egoístas frente al mundo, que somos más críticos a la hora de tomar decisiones colectivas, que no tenemos miedo al fracaso y que sabemos bien que es lo qué queremos y qué no, porque estamos viviendo en una sociedad llena de cambios que nos afectan pero de los que nuestros gobiernos no nos hacen partícipes. Cierto o no, los científicos han asegurado también que la gran mayoría de los integrantes de esta generación hemos perdido la fe en la política y que sólo volveremos a confiar en ella cuando todos hayamos alcanzado la mayoría de edad y podamos hacer valer nuestra opinión.
Confiamos en nuestra educación, pero tenemos muy claro que ir al instituto o a la universidad no lo es todo: También debemos aprender en aspectos más personales y en todo aquello que se enseña fuera de las aulas para formarnos completamente como personas y tener éxito en nuestras vidas: Tenemos fe en la educación no formal.

En mi opinión, y como miembro de esta Generación Z, comparto todos los objetivos e intereses que los científicos dicen que tienen mis semejantes, y creo que todos y cada uno de nosotros debemos hacernos partícipes del cambio que queremos ver en el mundo donde vivimos.

domingo, 12 de abril de 2015

La semana llamada santa.

Hace varias semanas tuvo lugar lo que en España se conoce como la "Semana Santa". Es una fiesta puramente religiosa y cristiana donde, en mi opinión, se respira un ambiente de gran devoción y admiración hacia ciertas imágenes de la Virgen o de Cristo, sobre todo en algunas ciudades del país, como por ejemplo Sevilla y toda la zona andaluza. En estos lugares, las personas que pertenecen a las diferentes hermandades ensayan durante todo el año para que el día que salgan a la calle cargando a su virgen o cristo, salga todo perfecto. Son muchas horas de trabajo que no quedan reflejadas en el paso en sí, pero que todos podemos apreciar cuando vemos a muchos de ellos llorar si los pasos no pueden salir a la calle por el mal tiempo o cuando oímos una de las famosas saetas que cantan cuando pasan las imágenes religiosas. En mi opinión, el trabajo de estas personas es digno de admirar, ya que muchos de nosotros no seríamos capaces de aguantar por fe veinte kilos (o más) a la espalda durante cuatro o cinco horas que puede llegar a durar una procesión, añadiendo a esto todo el tiempo previo de ensayo.

Sin embargo, también es muy alto el número de personas que acuden a las procesiones por simple disfrute: No son plenamente devotos de una determinada imagen, sino que asisten por otros motivos, como ver el arte representado en los pasos, oír a las distintas bandas que acompañan a los cofrades, ver a algún amigo o familiar que carga los pasos... Muchos de ellos son ateos, por lo que no encuentran a esta celebración un sentido religioso, y acuden también por estos motivos.

Creo que ambas posturas ante esta celebración son plenamente respetables. Cada uno debería saber cuáles son sus intereses, y saber que no todos pueden pensar de la misma forma. La riqueza de ésto está en saber qué es lo que espera recibir cada uno con lo que está haciendo: alimentar la fe o dar placer a la vista con el arte representado.

sábado, 28 de marzo de 2015

Trabajo de investigación.

Hoy vengo a pediros un pequeño favor. Esta entrada es un poco distinta, no aporta ninguna información, ni es una reflexión como otras contenidas en este blog.

Hace unos meses, al inicio del curso, nuestro profesor nos pidió que realizáramos un trabajo de investigación acerca de un tema de libre elección. Por ello y por el gran interés que me causó uno de nuestros primeros debates del año (la disputa entre ciencias y letras, puedes leer mi artículo aquí) decidimos centrar nuestro trabajo de investigación en esto. Por este motivo, os pido vuestra colaboración: Se trata de responder a una sencilla encuesta (esta) para que, con los datos, podamos sacar algunas conclusiones en relación de los estudios realizados en bachillerato (o posteriores a la ESO) y la elección de la carrera universitaria posterior y el trabajo desempeñado tras acabarla.

Son sólo dos minutos, y nos ayudaríais bastante. ¡Gracias de antemano! 

jueves, 5 de marzo de 2015

La destrucción de años de historia.

El toro alado de Nínive, una de las obras más
simbólicas del arte mesopotámico, ha sido una
de las representaciones artísitcas destruidas
por este grupo radical. 
Hace pocos días, se difundió en prácticamente todos los medios de comunicación un vídeo con unas duras imágenes para todos aquellos que amamos el arte, sobre todo el relacionado con las civilizaciones antiguas. Yo, admito que, personalmente, no fui capaz de verlo al completo: el dolor que me produjeron las imágenes en él contenidas me hizo pararlo aproximadamente tras diez segundos de visualización. En dicho vídeo, aparecía un grupo de milicianos golpeando con mazas y agujereando con taladros obras milenarias que se encontraban en el museo de Mosul, una ciudad norte de Irak. Los líderes del grupo organizado extremista suní que ha llevado a cabo esta acción han asegurado que era un acto premeditado y que seguirán actuando de la misma forma en distintos puntos del país si el Estado Islámico no les da aquello que reclaman: gobernar sin oposición sobre todos los musulmanes del mundo. Ésta no ha sido su única intervención destructiva, ya que tan sólo una semana antes del ataque al museo, quemaron y destruyeron cientos de libros, entre ellos ejemplares únicos y originales, que se encontraban en la biblioteca central de ésta misma ciudad.

La reacción a esta noticia fue inmediata. Mi posición ante la guerra coincide con la de la mayoría de la gente que conozco: una posición completamente en contra, un rechazo absoluto. Pero si añadimos a este factor de guerra un factor que, en mi opinión y según mis intereses, tiene un peso muy alto, como es la destrucción de obras ancestrales, el rechazo es aún mayor. Esta gente no se conforma con destruir familias enteras, arrasar pueblos, ciudades, y todo lo que encuentran a su paso, sino que además nos quitan los recuerdos de nuestro pasado.

A este ritmo, ¿qué nos quedará dentro de cincuenta años?

sábado, 28 de febrero de 2015

Páginas pro-anorexia.

Hace no muchos días, salió en la televisión la siguiente noticia: Una madre clama por la prohibición de las páginas pro-Ana y pro-Mia. ¿Qué son estas páginas y por qué esta madre puso el grito en el cielo? Bien. "Ana" y "Mía" son las abreviaturas que se le dan en Internet a dos de los trastornos alimenticios más extendidos en la sociedad actual: La anorexia y la bulimia. Dichas páginas incitan a las chicas a dejar de comer utilizando frases tales como "la comida es como el arte, existe únicamente para observarlo", "si se te antoja comer algo, mastícalo y después escúpelo" e incluso se llegan a dar consejos acerca de "cómo vomitar sin que tus padres se den cuenta".

En mi opinión, es bastante fácil que un menor tenga acceso a Internet hoy en día. Por este motivo, tampoco es demasiado complicado que accedan a este tipo de páginas sin el conocimiento de los padres, pues la mayoría de adolescentes utilizan el ordenador a su antojo y sin un control de los sitios que visitan. En ellas, se incita a dejar de comer para ser una "princesa" (así es como se llaman entre ellas las que padecen esta enfermedad, las que luchan por alcanzar un peso realmente bajo, y que, por lo general, hacen consumo de este tipo de páginas). Muchas adolescentes recurren a este tipo de blogs, foros y sitios donde se explican supuestas dietas para adelgazar, muchas de ellas basadas en consumir agua durante largos periodos de tiempo como único sustento.

Por este motivo, se ha lanzado una recogida de firmas a favor del cierre de estas páginas, en la que yo os invito a que participéis si lo consideráis oportuno. En países como Italia o Francia, la creación y divulgación de este tipo de informaciones que incitan a poner en riesgo la salud personal están gravemente sancionadas. 

sábado, 31 de enero de 2015

La personalidad ideal.

Hoy, he leído un texto que me ha llamado bastante la atención. Hablaba de cuál sería la personalidad ideal. (Este texto de aquí). Básicamente, es un decálogo sobre cuáles son las cualidades que debería reunir una persona para considerar que su personalidad es "ideal". Se resume en esto:

La personalidad es aquello que todas las personas tenemos como un currículum personal. Es aquello que nos define, aquello que dice quiénes somos, aquello que está determinado por las experiencias personales, únicas e irrepetibles que cada uno de nosotros ha vivido como ser humano independiente. El texto nos dice que una persona que tiene una personalidad ideal es aquella capaz de encontrar un equilibrio positivo entre su mente y su corazón, aquella que es capaz de valorarse a sí misma, de confiar en sus posibilidades, aquella que no se deja influir por los comentarios exteriores, aquella que tiene un claro y definido proyecto de vida, aquella que es realista.

Tras leer el documento entero un par de veces, surgieron en mí las dudas: ¿Por qué debemos alcanzar una personalidad ideal? ¿Por qué tendemos a planear y controlar todo aquello que nos rodea? ¿Por qué no aprendemos a disfrutar de todo cuanto nos rodea, de las pequeñas cosas de la vida? ¿Por qué deberíamos seguir un decálogo para ser perfectos, psicológicamente hablando? ¿Por qué unas simples "instrucciones" escritas en un papel deberían condicionar cómo somos, sin dejarnos actuar libremente y tal y como nos sentimos? ¿Por qué no somos capaces de ver que lo que realmente nos hace diferentes es aquello que a la vez nos hace especiales?


miércoles, 7 de enero de 2015

La Navidad, ¿sentimiento o consumismo?

La Navidad es una época que cada vez me desagrada más. Ya no sólo por la cantidad de dinero que gasta la gente sin saber muchas veces por qué en regalos innecesarios que nos servirán para un par de días y que después entrarán en el cajón de las cosas que olvidamos, o por las muchas reuniones familiares que se realizan, en muchos casos, por puro compromiso. ¿Dónde ha quedado la verdadera voluntad de ver a la familia que vive lejos o la de reunirnos en una noche especial con aquellos que vemos a diario? La ilusión de los niños sigue estando ahí: La indecisión acerca de qué pedir en la carta a Papá Noel o a los Reyes, los nervios el día de la Cabalgata, el no poder dormir por intentar oír el mínimo ruido de los Reyes y poder verles. ¿Y la ilusión de los mayores? ¿Dónde se ha quedado? Son muchos los que ya han olvidado el verdadero sentido de la Navidad, el por qué real de estas fechas. Todo se basa en salir a comprar, gastar o derrochar. Es posiblemente en estas fechas cuando mayor ambiente de hipocresía y falsedad se crea en nuestra sociedad.