Al principio de curso, Jesús, mi profesor de filosofía, nos propuso como trabajo que debíamos realizar a lo largo de todo el año, la creación de un blog o portfolio para plasmar en él todas nuestras ideas o comentarios acerca de lo que poco a poco iríamos aprendiendo en clase. Éste era un trabajo totalmente voluntario, pero he de admitir que la idea de poder compartir aquello que sé siempre me ha apasionado. Fue entonces cuando decidí comenzar este blog. Al principio no supe muy bien qué escribir en él, nunca había tenido la asignatura de filosofía. Poco a poco fui dándome cuenta que no son necesarias reflexiones muy profundas como las que estamos acostumbrados a leer en los grandes pensadores de la historia: Bastaban situaciones cotidianas que, con un poco de esfuerzo, dieran qué hablar o qué pensar. Diariamente, viendo las noticias, acudiendo al cine o a conferencias que nuestro centro ofrece, los comentarios iban surgiendo. He de admitir que me hubiera gustado sacarle mucho más partido a este blog del que le he sacado, pero la falta de tiempo me ha impedido escribir todo lo que me hubiera gustado. No descarto la posibilidad de seguir escribiendo aquí, aunque las entradas ya no cuenten para la asignatura.
Gracias Jesús por hacerme y hacernos ver a todos los alumnos que la filosofía no es sólo cosa de la Antigua Grecia: Nuestro día a día y los pequeños dilemas o conflictos que surgen en nuestra sociedad no tienen nada que envidiar a la política de Pericles o al mundo de las ideas de Platón.
¡Hasta otra!
miércoles, 10 de junio de 2015
viernes, 29 de mayo de 2015
Conflictos en las aulas.
Esta pregunta surge tras la visualización de un fragmento de
“Diarios de la calle”, una película americana donde se observan diferentes
conflictos (bastante violentos, todo hay que decirlo) que tienen lugar en una
clase de literatura y que acaban generalizándose a un centro educativo al
completo. En dicho fragmento, se puede observar cómo dentro de la misma clase
se crean diferentes grupos de alumnos, que se ningunean y menosprecian entre
ellos porque se consideran inferiores unos a otros. Están los asiáticos, los
afroamericanos, los latinos y los blancos. En muchos de estos conflictos y a
pesar de la corta edad de los alumnos, se utilizan armas de fuego, como
pistolas, para “solucionar” algunos conflictos o amenazar al enemigo para que
se retire de una pelea.
Ahora bien, la pregunta es la siguiente: Este conflicto, ¿es
exclusivo en Estados Unidos o también puede darse esta misma situación en otros
sitios? ¿Existe el poder en estas situaciones?
En mi opinión, creo que este conflicto podría darse en
cualquier lugar siempre que hubiera un sentimiento racista en los alumnos o que
hubiera cualquier diferencia apreciable entre ellos, ya fuera por etnia,
creencias religiosas, opiniones, condición física, etc. Si estos sentimientos
no se saben canalizar y se radicalizan, podrían llegar a producirse conflictos
graves como los que pueden apreciarse en la película. Bien es cierto que el
caso de Estados Unidos es quizá el más conocido y “corriente”, por desgracia.
Con muchísima frecuencia oímos en las noticias que se ha producido un asesinato
en las aulas de dicho país y casi la totalidad de las veces a manos de un menor
de edad. En Estados Unidos, no existe un control estricto sobre la tenencia de
armas en casa, por lo que muchos de estos jóvenes tienen acceso a armas de
fuego que, posiblemente, sus padres poseen. Muchas veces estos chicos y chicas
asesinan a compañeros de clase o profesores a sangre fría ya sea por estas
creencias racistas o por venganza por haber sufrido bullying o cualquier tipo
de acoso o menosprecio por parte de éstos. Creo además firmemente que este tipo
de conflictos tienen lugar no por poder, sino por el supuesto poder que creen
tener algunos colectivos de personas sobre otros. En la película, podemos observar
un claro ejemplo: Todas las etnias pelean por un territorio que supuestamente
les pertenece, por la invasión de éste por personas de una etnia enemiga,
inferior a sus ojos. Podemos ver una clara exaltación de lo propio: un claro
“lo mío es lo mejor, y lo que no es mío
es una basura”
Aún así, creo que esta situación no podría producirse tan
radicalmente en España, ya que, en primer lugar, una persona de esta edad tiene
un acceso muy difícil a las armas. Muchas veces hemos oído en los medios de
comunicación que en ciertos institutos ha habido conflictos por bullying o
diferencias entre los alumnos, pero en la gran mayoría de las ocasiones estas
diferencias se han “resuelto” (llamémoslo resolver, pero dejando claro que la
violencia nunca resuelve nada) con una pelea o amenazas verbales, pero en
ningún caso (o en muy contados casos) esto se ha resuelto con muertes.
Para concluir, quiero añadir que estos conflictos tendrían
solución si se educara a los jóvenes en la igualdad y el diálogo y no en la
violencia, la superioridad, la exaltación y la radicalización de lo propio o la persuasión. Creo que hoy en día, los
menores aprenden antes a llegar a las manos que al diálogo, y, en mi opinión,
eso es un gran retroceso para la sociedad.
sábado, 23 de mayo de 2015
Quizá todo se traduzca al miedo del Gobierno.
Es una pregunta que muchos jóvenes de hoy en día nos
hacemos: ¿Por qué debo yo respetar las normas del Estado en el que vivo, si no
las he votado, no me gustan, no me representan y yo no he sido partícipe de su
implantación en la sociedad en la que vivo? ¿Por qué no puedo expresar mi
opinión, ni siquiera en los temas que me afectan, como mi educación?
Por una parte, si bien es cierto que estas normas no han
sido elegidas ni votadas por nosotros, debemos respetarlas por el bien común de
la sociedad en la que vivimos. Las normas y las reglas existen para el buen
funcionamiento de algo, en este caso, de nuestro país. Es cierto que con muchas
no estaremos de acuerdo, pero tenemos que comprender que muchas de ellas son
principios básicos para que no surjan conflictos.
Ahora bien, ¿debo respetar aquellas normas que atentan
contra mis derechos como persona, como ciudadano, o como humano? Yo creo que
no. ¿Por qué debo respetar una norma que me impide dar mi opinión sobre un
tema, que no me deja manifestarme en la calle si mi postura es contraria a la
que el gobierno quiere que tenga, por qué un policía puede tener derecho a
arrestarme aunque yo esté manifestándome de manera pacífica? ¿Por qué quieren
que los que pensamos diferente no hablemos? En mi opinión, creo que prohibir
derechos básicos como la libertad de expresión, asociación u opinión es
recortar todas las libertades que tiene una persona como ser humano. Creo
profundamente que es un error tratar de encuadrar a todos los ciudadanos bajo
un mismo ideal. Es cierto que las diferentes ideas en una misma sociedad pueden
crear conflictos entre las personas, pero también es cierto que la diferencia
hace la riqueza. Si todos tuviéramos una misma idea, ¿dónde quedarían los
debates, el compartir ideas, el enriquecernos de la sabiduría de los demás? Perderíamos
(y de hecho, creo que estamos perdiendo) muchas de estas cosas. Pienso como mi
amigo, mi familia, mi llamémoslo X, para encajar, para que no me dejen de lado,
para no ser “el rarito”. ¿Pero por qué haces eso? ¡Ser diferente no está tan
mal!
Por lo tanto, y en conclusión, creo que las personas sólo
tenemos la obligación de cumplir todas aquellas normas fijadas por el bien común,
lo que todos, o la gran mayoría entendemos por bien común (funcionamiento del
país, tráfico, seguridad ciudadana, etc) y no lo que el gobierno puede entender
por bien común. En mi opinión, su bien común se traduce como miedo a la
divergencia de los ciudadanos. Miedo a que no todos seamos iguales. Miedo a que
haya opiniones contrarias que puedan desbancar todo el poder que creen tener.
¿Acaso no saben que la base de su poder es el pueblo? ¿Qué pasaría si todos nos
retiráramos de la base? Caerían, muy posiblemente caerían todos.
Reflexión presentada el día 22 de mayo de 2015.
Reflexión presentada el día 22 de mayo de 2015.
lunes, 18 de mayo de 2015
La Generación Z.
¿A qué llaman los científicos Generación Z? Pues bien. Es un concepto acuñado hace relativamente poco tiempo. Pertenecemos a este grupo de personas aquellos jóvenes que hemos nacido después de 1994. Prácticamente todos compartimos un mismo objetivo: Queremos cambiar el mundo. ¿Cómo? Quizá esta sea nuestra mayor duda y dificultad.
Los estudios dicen que lo que nos diferencia del resto es que somos más realistas y menos egoístas frente al mundo, que somos más críticos a la hora de tomar decisiones colectivas, que no tenemos miedo al fracaso y que sabemos bien que es lo qué queremos y qué no, porque estamos viviendo en una sociedad llena de cambios que nos afectan pero de los que nuestros gobiernos no nos hacen partícipes. Cierto o no, los científicos han asegurado también que la gran mayoría de los integrantes de esta generación hemos perdido la fe en la política y que sólo volveremos a confiar en ella cuando todos hayamos alcanzado la mayoría de edad y podamos hacer valer nuestra opinión.
Confiamos en nuestra educación, pero tenemos muy claro que ir al instituto o a la universidad no lo es todo: También debemos aprender en aspectos más personales y en todo aquello que se enseña fuera de las aulas para formarnos completamente como personas y tener éxito en nuestras vidas: Tenemos fe en la educación no formal.
En mi opinión, y como miembro de esta Generación Z, comparto todos los objetivos e intereses que los científicos dicen que tienen mis semejantes, y creo que todos y cada uno de nosotros debemos hacernos partícipes del cambio que queremos ver en el mundo donde vivimos.
Los estudios dicen que lo que nos diferencia del resto es que somos más realistas y menos egoístas frente al mundo, que somos más críticos a la hora de tomar decisiones colectivas, que no tenemos miedo al fracaso y que sabemos bien que es lo qué queremos y qué no, porque estamos viviendo en una sociedad llena de cambios que nos afectan pero de los que nuestros gobiernos no nos hacen partícipes. Cierto o no, los científicos han asegurado también que la gran mayoría de los integrantes de esta generación hemos perdido la fe en la política y que sólo volveremos a confiar en ella cuando todos hayamos alcanzado la mayoría de edad y podamos hacer valer nuestra opinión.
Confiamos en nuestra educación, pero tenemos muy claro que ir al instituto o a la universidad no lo es todo: También debemos aprender en aspectos más personales y en todo aquello que se enseña fuera de las aulas para formarnos completamente como personas y tener éxito en nuestras vidas: Tenemos fe en la educación no formal.
En mi opinión, y como miembro de esta Generación Z, comparto todos los objetivos e intereses que los científicos dicen que tienen mis semejantes, y creo que todos y cada uno de nosotros debemos hacernos partícipes del cambio que queremos ver en el mundo donde vivimos.
domingo, 12 de abril de 2015
La semana llamada santa.
Hace varias semanas tuvo lugar lo que en España se conoce como la "Semana Santa". Es una fiesta puramente religiosa y cristiana donde, en mi opinión, se respira un ambiente de gran devoción y admiración hacia ciertas imágenes de la Virgen o de Cristo, sobre todo en algunas ciudades del país, como por ejemplo Sevilla y toda la zona andaluza. En estos lugares, las personas que pertenecen a las diferentes hermandades ensayan durante todo el año para que el día que salgan a la calle cargando a su virgen o cristo, salga todo perfecto. Son muchas horas de trabajo que no quedan reflejadas en el paso en sí, pero que todos podemos apreciar cuando vemos a muchos de ellos llorar si los pasos no pueden salir a la calle por el mal tiempo o cuando oímos una de las famosas saetas que cantan cuando pasan las imágenes religiosas. En mi opinión, el trabajo de estas personas es digno de admirar, ya que muchos de nosotros no seríamos capaces de aguantar por fe veinte kilos (o más) a la espalda durante cuatro o cinco horas que puede llegar a durar una procesión, añadiendo a esto todo el tiempo previo de ensayo.
Sin embargo, también es muy alto el número de personas que acuden a las procesiones por simple disfrute: No son plenamente devotos de una determinada imagen, sino que asisten por otros motivos, como ver el arte representado en los pasos, oír a las distintas bandas que acompañan a los cofrades, ver a algún amigo o familiar que carga los pasos... Muchos de ellos son ateos, por lo que no encuentran a esta celebración un sentido religioso, y acuden también por estos motivos.
Creo que ambas posturas ante esta celebración son plenamente respetables. Cada uno debería saber cuáles son sus intereses, y saber que no todos pueden pensar de la misma forma. La riqueza de ésto está en saber qué es lo que espera recibir cada uno con lo que está haciendo: alimentar la fe o dar placer a la vista con el arte representado.
Sin embargo, también es muy alto el número de personas que acuden a las procesiones por simple disfrute: No son plenamente devotos de una determinada imagen, sino que asisten por otros motivos, como ver el arte representado en los pasos, oír a las distintas bandas que acompañan a los cofrades, ver a algún amigo o familiar que carga los pasos... Muchos de ellos son ateos, por lo que no encuentran a esta celebración un sentido religioso, y acuden también por estos motivos.
Creo que ambas posturas ante esta celebración son plenamente respetables. Cada uno debería saber cuáles son sus intereses, y saber que no todos pueden pensar de la misma forma. La riqueza de ésto está en saber qué es lo que espera recibir cada uno con lo que está haciendo: alimentar la fe o dar placer a la vista con el arte representado.
sábado, 28 de marzo de 2015
Trabajo de investigación.
Hoy vengo a pediros un pequeño favor. Esta entrada es un poco distinta, no aporta ninguna información, ni es una reflexión como otras contenidas en este blog.
Hace unos meses, al inicio del curso, nuestro profesor nos pidió que realizáramos un trabajo de investigación acerca de un tema de libre elección. Por ello y por el gran interés que me causó uno de nuestros primeros debates del año (la disputa entre ciencias y letras, puedes leer mi artículo aquí) decidimos centrar nuestro trabajo de investigación en esto. Por este motivo, os pido vuestra colaboración: Se trata de responder a una sencilla encuesta (esta) para que, con los datos, podamos sacar algunas conclusiones en relación de los estudios realizados en bachillerato (o posteriores a la ESO) y la elección de la carrera universitaria posterior y el trabajo desempeñado tras acabarla.
Son sólo dos minutos, y nos ayudaríais bastante. ¡Gracias de antemano!
jueves, 5 de marzo de 2015
La destrucción de años de historia.
![]() |
El toro alado de Nínive, una de las obras más simbólicas del arte mesopotámico, ha sido una de las representaciones artísitcas destruidas por este grupo radical. |
La reacción a esta noticia fue inmediata. Mi posición ante la guerra coincide con la de la mayoría de la gente que conozco: una posición completamente en contra, un rechazo absoluto. Pero si añadimos a este factor de guerra un factor que, en mi opinión y según mis intereses, tiene un peso muy alto, como es la destrucción de obras ancestrales, el rechazo es aún mayor. Esta gente no se conforma con destruir familias enteras, arrasar pueblos, ciudades, y todo lo que encuentran a su paso, sino que además nos quitan los recuerdos de nuestro pasado.
A este ritmo, ¿qué nos quedará dentro de cincuenta años?
sábado, 28 de febrero de 2015
Páginas pro-anorexia.

En mi opinión, es bastante fácil que un menor tenga acceso a Internet hoy en día. Por este motivo, tampoco es demasiado complicado que accedan a este tipo de páginas sin el conocimiento de los padres, pues la mayoría de adolescentes utilizan el ordenador a su antojo y sin un control de los sitios que visitan. En ellas, se incita a dejar de comer para ser una "princesa" (así es como se llaman entre ellas las que padecen esta enfermedad, las que luchan por alcanzar un peso realmente bajo, y que, por lo general, hacen consumo de este tipo de páginas). Muchas adolescentes recurren a este tipo de blogs, foros y sitios donde se explican supuestas dietas para adelgazar, muchas de ellas basadas en consumir agua durante largos periodos de tiempo como único sustento.
Por este motivo, se ha lanzado una recogida de firmas a favor del cierre de estas páginas, en la que yo os invito a que participéis si lo consideráis oportuno. En países como Italia o Francia, la creación y divulgación de este tipo de informaciones que incitan a poner en riesgo la salud personal están gravemente sancionadas.
sábado, 31 de enero de 2015
La personalidad ideal.
Hoy, he leído un texto que me ha llamado bastante la atención. Hablaba de cuál sería la personalidad ideal. (Este texto de aquí). Básicamente, es un decálogo sobre cuáles son las cualidades que debería reunir una persona para considerar que su personalidad es "ideal". Se resume en esto:
La personalidad es aquello que todas las personas tenemos como un currículum personal. Es aquello que nos define, aquello que dice quiénes somos, aquello que está determinado por las experiencias personales, únicas e irrepetibles que cada uno de nosotros ha vivido como ser humano independiente. El texto nos dice que una persona que tiene una personalidad ideal es aquella capaz de encontrar un equilibrio positivo entre su mente y su corazón, aquella que es capaz de valorarse a sí misma, de confiar en sus posibilidades, aquella que no se deja influir por los comentarios exteriores, aquella que tiene un claro y definido proyecto de vida, aquella que es realista.
Tras leer el documento entero un par de veces, surgieron en mí las dudas: ¿Por qué debemos alcanzar una personalidad ideal? ¿Por qué tendemos a planear y controlar todo aquello que nos rodea? ¿Por qué no aprendemos a disfrutar de todo cuanto nos rodea, de las pequeñas cosas de la vida? ¿Por qué deberíamos seguir un decálogo para ser perfectos, psicológicamente hablando? ¿Por qué unas simples "instrucciones" escritas en un papel deberían condicionar cómo somos, sin dejarnos actuar libremente y tal y como nos sentimos? ¿Por qué no somos capaces de ver que lo que realmente nos hace diferentes es aquello que a la vez nos hace especiales?

Tras leer el documento entero un par de veces, surgieron en mí las dudas: ¿Por qué debemos alcanzar una personalidad ideal? ¿Por qué tendemos a planear y controlar todo aquello que nos rodea? ¿Por qué no aprendemos a disfrutar de todo cuanto nos rodea, de las pequeñas cosas de la vida? ¿Por qué deberíamos seguir un decálogo para ser perfectos, psicológicamente hablando? ¿Por qué unas simples "instrucciones" escritas en un papel deberían condicionar cómo somos, sin dejarnos actuar libremente y tal y como nos sentimos? ¿Por qué no somos capaces de ver que lo que realmente nos hace diferentes es aquello que a la vez nos hace especiales?
miércoles, 7 de enero de 2015
La Navidad, ¿sentimiento o consumismo?
La Navidad es una época que cada vez me desagrada más. Ya no sólo por la cantidad de dinero que gasta la gente sin saber muchas veces por qué en regalos innecesarios que nos servirán para un par de días y que después entrarán en el cajón de las cosas que olvidamos, o por las muchas reuniones familiares que se realizan, en muchos casos, por puro compromiso. ¿Dónde ha quedado la verdadera voluntad de ver a la familia que vive lejos o la de reunirnos en una noche especial con aquellos que vemos a diario? La ilusión de los niños sigue estando ahí: La indecisión acerca de qué pedir en la carta a Papá Noel o a los Reyes, los nervios el día de la Cabalgata, el no poder dormir por intentar oír el mínimo ruido de los Reyes y poder verles. ¿Y la ilusión de los mayores? ¿Dónde se ha quedado? Son muchos los que ya han olvidado el verdadero sentido de la Navidad, el por qué real de estas fechas. Todo se basa en salir a comprar, gastar o derrochar. Es posiblemente en estas fechas cuando mayor ambiente de hipocresía y falsedad se crea en nuestra sociedad.
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